La descentralización llega al teatro

La producción ayuda al policentrismo

Algunos espectáculos se estrenan fuera de Barcelona y hacen gira previa

Versió en català, aquí

Els Bons

Ramon Madaula caracteriza a Jordi Boixaderas como Satanás en la obra 'Els bons', que dirige Paco Mir 

David Ruano

Ya no es obligado estrenar en Barcelona. De hecho, hace años que el festival Temporada Alta de Girona marca tendencia, estrenando muchos de los espectá­culos que después harán tem­porada en Barcelona y girarán por otras poblaciones catalanas. Así pues, en otoño el festival de teatro marca la pauta y acoge unos cuantos estrenos de la temporada.

Ahora, sin embargo, hay otro fenómeno en ascenso: hacer la gira antes que la temporada en la ciudad de los prodigios. Puede sonar mucho al estilo americano y vale decir que, mutatis mutandis, un poco sí es así. Sabemos por las películas de Hollywood que las grandes producciones teatrales de Broadway, como los musicales, giran por varias ciudades importantes del país y hasta el cabo de bastantes meses llegan a Nueva York, cuando la obra ya está bien rodada y preparada para el público más exigente.

Adaptabilidad

Antes de estrenar, Sergi Belbel ha ensayado ‘Dones de ràdio’ para escenarios a cuatro lados y a la italiana

Entre los casos cada vez más frecuentes que se producen en Catalunya, nos fijamos en dos producciones: Dones de ràdio, de Cristina Clemente, dirigida por Sergi Belbel, y Els bons, de Ramon Madaula, dirigida por Paco Mir, que ahora mismo están en gira y que no llegarán a Barcelona hasta el 22 de marzo en La Villarroel, y hasta el 10 de septiembre en el Poliorama, respectivamente.

En el caso de Dones de ràdio, la producción de Bitò, con sede en Girona, propició el estreno en Salt el 1 de febrero, y a continuación está haciendo una decena de bolos, que pasan por Vilafranca, Vic e incluso Manacor, en Mallorca. En el escenario, Àngels Gonyalons, Sara Espígul y Sara Diego, y a la dirección, Sergi Belbel.

Imagen de un ensayo de Dones de ràdio, con Sara Espígul, Àngels Gonyalons y Sara Diego

Imagen de un ensayo de 'Dones de ràdio', con Sara Espígul, Àngels Gonyalons y Sara Diego 

Bitò

Cristina Clemente considera positiva esta experiencia: “Aunque es cosa de Bitò, a mí personalmente me gusta estrenar en gira, porque llegas a Barcelona más rodado. No es la primera vez que me pasa y cada vez se hace más. La obra se estrenó en Salt a cuatro lados, que es también como se hará en La Villarroel, añadiendo unas filas laterales, pero por el camino hay muchas salas que solo admiten el espectáculo a la italiana, es decir, con el escenario frontal”, continúa la autora. 

“Hacerlo a cuatro lados fue una propuesta de Belbel, porque iba bien para el espectáculo, y a mí me gustó porque le da más calor –declara la autora–. Pero, claro, hay muchos sitios donde solo la puedes hacer a la italiana. Además, hay escenarios que están levantados y otros no. Cada vez que llegan a un lugar se tienen que adaptar y tienen que mirar qué se ve, qué no, eso lo hacemos más adelante, eso lo hacemos más hacia aquí. Revisan los puntos visuales más críticos en cada sitio. El director se lo mira mucho y es muy cuidadoso, y por eso, antes de ir de gira, ya ensayó el espectáculo de las dos maneras, para hacerlo a la italiana y para hacerlo a cuatro lados”.

A mí personalmente me gusta estrenar en gira, porque llegas a Barcelona más rodado

Cristina Clemente

Los tres personajes de Dones de ràdio tienen una cosa en común: les ha salido un bulto en el pecho. “La idea surgió porque, en los partidos de baloncesto de mi hija, conocí a otra madre y nos hicimos amigas. Cuando llevábamos toda la temporada viendo todos los sábados los partidos, me dijo que hacía un año que seguía un tratamiento de cáncer de pecho. De hecho iba con peluca y yo no me había fijado, porque soy muy mala para esas cosas. Después vi que todo el mundo lo había notado y yo no, y aluciné de que no me hubiera dicho nada en todo el curso. Entonces ella me dijo: ‘No te lo he dicho porque he pensado que si te lo decía dejaríamos de reír, porque reímos mucho en los partidos’. Y pensé que tenía razón, porque si lo hubiera sabido, cada semana le habría preguntado por lo mismo y habría sido el tema de conversación de todos los partidos”. 

Clemente cuenta que reunió testimonios de muchas mujeres con cáncer de pecho y que acabó haciendo una ficción con todo el material. Sufrí mucho por el tono de la obra, pero ahora estoy contenta del resultado: la gente sale tocada, pero al mismo tiempo ríe mucho. Y ese era mi objetivo. Y el trabajo que ha hecho el director y las actrices ha sido maravilloso”.

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En Santa Coloma de Gramenet es donde, el 17 de enero, se estrenó Els bons, de Ramon Madaula, que la interpreta con Jordi Boixaderas, dirigidos por Paco Mir. Hasta mayo visitará casi una treintena de poblaciones catalanas y hará dos bolos en las Baleares (Manacor y Ciutadella).

“A mí me gusta ir donde sea, desde un gran teatro como el Fortuny de Reus, como la sala más pequeña y con pocos medios: las obras ya las planteamos para que se puedan hacer en todas partes”, explica Madaula, después de hacer la función en el Patronat de Cornellà de Llobregat. Para el dramaturgo y actor, “todo coge sentido” cuando se hace en todas partes, y más cuando su obra es un homenaje a Els pastorets de Folch i Torres. 

“Estas obras, que detrás tienen una productora que no es de Barcelona, como Guerrilla Produccions con Quim Masferrer, también están pensadas para hacer territorio –continúa Madaula–. Y a mí este sistema me encanta porque es la manera de probar bien las piezas, porque cada espacio es distinto y cada público es distinto. Y cada bolo es un montón de trabajo, porque lo tenemos que adaptar al lugar y a las características técnicas, y antes de cada función pasamos la obra entera para comprobar que todo funcione”.

Estas obras también están pensadas para hacer territorio

Ramon Madaula

Madaula se muestra muy contento con que Mir dirija la obra y que Boixaderas lo acompañe en el escenario: “Es un regalo de los dioses. Los dos hicimos teatro amateur en Sabadell, y Els pastorets forman parte de esta historia. La obra rinde homenaje a este teatro de aficionados y por ello notamos mucho en el público si en aquella población ha habido tradición de hacer pastorets o no”.

Claro que el dramaturgo usa Els pastorets como excusa para hablar de política, de corrupción, de amistad y de lealtad: “Los cargos de confianza es algo que me fascina”. La obra plantea una intriga que se convierte en una pugna vibrante entre los dos actores. “Llegué a pensar que quizá la referencia a Els pastorets sería anacrónica, porque hoy no se aguantan por ningún lado. Y resulta que este año se han hecho 700 pastorets en Catalunya. No ha bajado. Es la tradición de hacerlos y ya está”.

Al escribir la obra, Madaula pensó en la dicotomía entre el arcángel San Miguel y Satanàs. “De pequeño, cuando veía Els pastorets, me daba más miedo el arcángel que el demonio”, confiesa. También tuvo en cuenta todos los condicionantes para que fuera fácil de producirla: dos personajes y una acción que pasa en un escenario desmontado, más fácil, imposible. “Al principio, era un escenario vacío con una silla, y un ordenador en el que mi personaje mueve los cañones de luz. Pero entonces llega Paco y se empieza a inventar esta escenografía”, apunta.

Las giras antes de la temporada en la gran ciudad se convierten en una gran prueba de adaptación tanto para los equipos técnicos como artísticos, y consiguen que las producciones acaben saliendo beneficiadas.

Imatge d'escena de 'Sicalíptiques'. Direcció escènica: Xavier Albertí. Dramatúrgia: Josep Maria Miró. Intèrprets/cantants: Aina Sánchez, Carles Cors i Mont Plans

Imagen de escena de 'Sicalíptiques', de Josep Maria Miró, con Mont Plans, Aina Sánchez y Carles Cors 

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